El 65% de españoles, aproximadamente, viven en un bloque de viviendas. Es decir, más de la mitad comparten zonas comunes en los edificios y pueden aprovechar estas zonas, como la terraza, para generar su propia energía y reducir sus facturas eléctricas. Por esto, es clave hablar del Autoconsumo Compartido en comunidades de vecinos, sobre todo, por qué existen más.
Sí, es posible tener una instalación fotovoltaica o paneles solares compartidos con tus vecinos de comunidad o, incluso, con los negocios o empresas de tu alrededor. Se reparte el coste y la energía producida por la instalación. Por esto, la inversión inicial deja de ser una barrera de entrada a la energía solar y sus numerosos beneficios.
El autoconsumo compartido o colectivo consiste en una instalación fotovoltaica que genera electricidad para el uso de varios consumidores conectados. En España, se rige por el Real Decreto 244/2019, de 5 de abril.
Sin formalismos, consiste en generar energía de manera autónoma y que varias viviendas o empresas puedan beneficiarse de ella. El autoconsumo solar compartido permite que varias personas se agrupen para decidir realizar una instalación fotovoltaica y que la energía producida sea utilizada por ellos mismos, de forma repartida.
El autoconsumo compartido, además de para comunidades de vecinos, suele ser utilizado por grupos de casas unifamiliares en urbanizaciones o por diversas empresas en polígonos industriales. El autoconsumo colectivo tiene dos modalidades que definen todo el proceso de instalación:
Cómo muchas veces una imagen vale más que mil palabras. Además de intentar explicar en qué consiste el autoconsumo compartido, te lo mostramos.
El autoconsumo compartido permite compartir energía solar, pero ¿dónde se suele utilizar?¿Para quién está destinado?. Estos son los principales lugares dónde este tipo de instalaciones solares son una solución:
Las principales ventajas del autoconsumo compartido son la posibilidad de beneficiarse de la energía solar sin tener un tejado o espacio adecuado para la instalación de los paneles solares. Además, el beneficiario puede lograr un gran ahorro independizándose de la comercializadora que tiene contratada en su factura de luz.
La instalación se amortiza rápido debido al ahorro inmediato por el descenso de consumo. Por otro lado, la inversión del autoconsumo compartido es realizada por varias personas y no una única, por lo que los gastos de la instalación quedan más repartidos y son menores.
El autoconsumo colectivo, además, tiene ventajas fiscales en muchos municipios y ciudades para las comunidades de vecinos que decidan instalarlo. Además, su instalación está exenta de peajes y cargas.
Se reparte mediante los llamados COEFICIENTES DE REPARTO. Este es un porcentaje asignado a cada vecino o miembro del autoconsumo compartido, que varía en función del consumo de ese participante. Al final, quien más consume, es quien más energía debe recibir y esto se establece el acuerdo de reparto firmado previamente.
El acuerdo de reparto es un documento que deben firmar todos los participantes del autoconsumo compartido antes de comenzar el proceso de instalación. Este reparto puede ser fijo o variable por horas. Y sólo puede cambiarse cada 12 meses.
El reparto de la energía producida por el autoconsumo compartido es una de las mayores dudas que existen. La instalación es compartida, pero no todos tienen por qué acceder a la misma cantidad de energía. Aquí, vemos cómo esta responsabilidad puede ser de: La distribuidora o de los propios participantes del autoconsumo colectivo.
La distribuidora debe realizar un informe de los consumos de los participantes para definir los coeficientes más óptimos. En el caso de no querer hacerlo los vecinos, esta sería la forma de cálculo. Si la comunidad de vecinos o la urbanización decide hacerlo por ellos mismos, pueden:
Actualmente, un usuario sólo podrá formar parte de un autoconsumo compartido si se encuentra a menos de 2km de distancia de la instalación fotovoltaica. La distancia de 500 metros proviene de la legislación anterior, pero fue cambiada con el Real Decreto-ley 20/2022, de 27 de diciembre. El cambio vino motivado por las numerosas quejas y denuncias provenientes desde dentro del sector.
El autoconsumo compartido tiene una serie de reglas o requisitos que se deben cumplir a la hora de proceder con la instalación fotovoltaica. Estos son los más importantes:
- La generación y los consumos deben estar a una distancia inferior a 2 km entre ellos, si la instalación se ubica totalmente en:
> Cubiertas de una o varias edificaciones.
> Suelo industrial.
> Estructuras artificiales cuyo objetivo principal no sea la generación de electricidad.
- Los paneles generadores y los beneficiarios deben estar en una misma referencia catastral.
El autoconsumo solar compartido puede ser utilizado de diferentes maneras. Depende de lo que decidan sus propietarios Estos son los diferentes tipos:
El Autoconsumo Compartido es una excelente alternativa para sortear la elevada inversión inicial de las instalaciones fotovoltaicas. Permite aprovechar la unión de diferentes personas o negocios para poder consumir su propia energía, sin necesidad de correr con los cargos de instalación completos.
Por otra parte, la amortización es más rápida. Ya que la cantidad invertida inicialmente es inferior a correr con los gastos de una instalación fotovoltaica completa. Notas el ahorro en tu factura desde el principio, disminuyendo los gastos en energía.
El Autoconsumo Compartido es una opción perfecta para comunidades de propietarios o vecinos, áreas residenciales o polígonos industriales. Este tipo de instalación fotovoltaica facilita dar el paso hacia las energías renovables, en este caso, a la energía solar. Una de las que no para de crecer en los últimos años.